En STI entendemos por mantenimiento preventivo el conjunto de actividades técnicas que se realizan periódicamente en las instalaciones para mantenerlas en óptimas condiciones asegurando su funcionamiento sin interrupciones, alargando la vida útil y manteniendo el rendimiento en niveles próximos a los de su diseño. Todo bajo un estricto control para velar por la seguridad de las personas y de las instalaciones así como para contribuir a la conservación del medio ambiente. Cumpliendo el RITE y el resto de normativas vigentes aplicables.